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SEPTIEMBRE 12, 2018 POR: Columnista Invitado BLOG

Tres son buena compañía

FOTO: Internet

¿Qué hay con el trío que tanto enloquece?

La fantasía erótica que ocupa el tercer lugar en el ranking de ambos sexos. Al parecer estamos de acuerdo en que luego de cumplir con los fetiches sumisos y con algunas exploraciones como la bisexualidad o vencer el temor a lo desconocido, lo que deseamos es ampliar el círculo e invitar al festín a alguien más.

“Morena mía

Voy a contarte hasta diez

Uno el sol que te alumbra

Dos tus piernas que mandan

Somos tres en tu cama tres, tres” [1]

Pero trío necesariamente implica que uno de los dos géneros está en ventaja, por lo menos numérica. Los hombres deliran por tener a dos mujeres y sentirse poderosos, a quien no se le eleva el ego con un par de mujeres dispuestas a satisfacerlo en todo. Conozco quienes tras experimentar un trio M-H-M jamás volvieron a ser los mismos, su umbral de la excitación cambió a tal punto que, para entrar en calor deben evocar a alguien más en plena acción, deben recrear sus experiencias de trío o solo pueden tolerar ir a la cama con mujeres que sean abiertas a la posibilidad de aguantar tal voltaje.

El trío-adicto es un semental buena onda pero muy proclive a la infidelidad y al hedonismo. Incluso podría afirmar que tiene una tendencia un poco macabra a forzar situaciones de trio sin contar con la opinión de alguna de las partes. Lastimosamente así no funciona, si vamos a una fiesta queremos saber exactamente a qué temática nos enfrentamos, porque no es justo pensar que estamos en milonga y que nos salgan con un toque rockero  súper pesado y hardcore con gente que estruja por todas partes.

Pero también nosotras podemos ser crueles y hacer que esa experiencia tripartita no sea tan magnífica. Ya en situación, pasa que ellas solo se dedican a sí mismas, denotan cierta aversión por la testosterona o posan de hiper insaciables;  es posible que la víctima con solo escuchar la palabra “trío” en el futuro sienta náuseas y entre en depresión. En gran medida, la actitud con la que vamos al trio es determinante, todos los intérpretes deben hacer lo necesario porque los demás estén bien. Mujeres con una tendencia homosexual marcada no disfrutaran sino de la parte que les compete, es decir la otra mujer. Como todo en erotismo hay que buscar el equilibrio y poner claras las reglas de juego.

“Un, dos, tres, un pasito pa’ lante María

… Que si te la bebes de seguro te va a matar” [2]

Hay quienes afirman que cuando son ellos los que tienen la ventaja numérica todos ganan, a la larga, una hembra alfa complaciente puede atender a dos hombres sin problemas, ya que tenemos herramientas de placer en ambos extremos de nuestra fisionomía. Creo que el H-M-H es perfecto para aquellos hombres seguros de sí mismos, con cierta proclividad a la dominación y que saben comunicar muy bien lo que buscan de la experiencia, aquellos hombres que buscan el placer de quien les acompaña y que saben sacarle el jugo al desfogue femenino.

Pero este trío 66% varonil causa tantos tabúes que incluso los chicos muy amantes de tener a dos mujeres lo desechan de plano - actitud ésta un poco ventajosa y machista -. ¿Será el eterno miedo a ver otro hombre desnudo? ¿Porque siempre se imaginan lo de las espaditas?... bahhh. Muy pocas mujeres se atreven a confesar su deseo de experimentar con dos hombres como ellos lo hacen tan abiertamente respecto a dos mujeres, ya que son tildadas de garosas, insaciables, mujeres fatal y de ahí para adelante.  

Como esto, y no me canso de decirlo, se trata de límites, y en erotismo tenemos que explorarlos sin incluir la típica frase de “no lo haría… porque no” y además la culpa no tiene cabida aquí porque el pecado es una invención para tenernos a raya del placer. Entonces pasemos al umbral mental donde todo se recrea. Imaginar el ejercicio de un trío en la práctica con detalles y sin reprimirnos es una buena manera de poner a prueba nuestra imaginación, nuestro morbo y nuestros deseos. De pronto en un momento dado nos encontramos súper excitados disfrutando del guion que llevamos en nuestra mente. Sincerémonos, no me digan que no es maravilloso imaginar una interacción con más de uno, el reto de complacer a dos y finalmente, haciendo lo que tanto nos gusta, felices los tres.

 

[1] Bosé Miguel. “Morena Mia”. Miguel Bosé. Papito. Warner Music Group, 2007.

[2] Martin, Ricky. “María”. Luis Gómez Escolar K. C. Porter Ian Blake. Columbia, 1995.

REVISTA EROTIK


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