SEPTIEMBRE 05, 2018 POR: Columnista Invitado BLOG
Sexo por dinero
POR: Léon Soto | Edición 1
Se puede encontrar referencia sobre esto históricamente, la humanidad ha utilizado el sexo no solamente como una mercancía para la venta sino que también como una moneda de pago, el eufemismo “es la profesión más vieja del mundo” lo describe a cabalidad, aunque se presenta tanto en mujeres, hombres y comunidad LGTBI, se asocia culturalmente al hombre, en una relación sexual heterosexual consentida a cambio de algún bien, por lo general dinero.
Desde la óptica religiosa y en algunos estudios de psicología se etiqueta como una degradación de la persona, tal vez por el tabú generado por la monogamia (religiosamente), o por comercializar el cuerpo como si fuera un objeto (psicológicamente), en lo personal creería que hay ciertos puntos sobre estos postulados que pueden ser verdad, pero dependen mucho del entorno en que se den, por ejemplo si el escenario es una persona que ha sido objeto de la trata de personas, que es obligada a ejercer con amenazas a su vida, o un menor de edad que debido a la degradación social se vio obligado a vender su cuerpo es totalmente reprochable, es más hay legislaciones en casi todos los países que controlan este tipo de crímenes.
Pero si la decisión es adulta, con el total conocimiento de lo que se va hacer y se ejerce dentro de un marco de responsabilidad tanto de la persona que presta el servicio como de quien lo contrata, se convierte en un negocio que mueve millones de dólares al año, obviamente jamás dejara de ser tabú, de haber cierto tipo de doble moral cuando se tocan este tipo de temas, y es que quien se siente con la suficientes pelotas para llegar a la oficina y contar que el fin de semana “me fui de putas”….. pero ojo mis queridos amigos que todos hemos pagado por el sexo y muchísimas veces pagamos más de lo que queremos o tenemos, mira y veras, esa última persona que tanto te gustaba, que enredijo para poderle hablar, cuando al fin lo logras comienza a correr la cuenta, restaurantes, cines, teatros, paseos, regalos … etc… para al fin llegar al momento en el que puedes al fin arrancarle la ropa y darle rienda suelta a tu deseo -- y esto lo digo porque no creo que cuando uno invita una mujer a salir por primera vez esté pensando en convertirla en la esposa, nooooo -- , hasta ese polvito esperado cuanto has gastado?.... haz la cuenta.
En el peor de los casos, cuando se convierte en reiterativa la vaina, y terminas vestido de negro en frente de un cura, de ahí en adelante si es verdad que hay que producir como un caballo para poder mantener “los servicios” activos.
Pienso que cualquier actividad mal ejercida tiende a degradarse y hacer daño a quien la práctica y a su entorno, desde la religión hasta la política, pero si al contrario se respeta la persona, se utiliza el sentido común y se siguen ciertas reglas de comportamiento hasta una guerra se puede humanizar, este es el caso de la “profesión más antigua del mundo”.
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