SEPTIEMBRE 05, 2018 POR: Columnista Invitado BLOG
El entorno erótico
POR: Mauricio Escruceria | Fotógrafo Erótico | Edición 6
En la antigua Grecia, el Dios Eros representaba la unión entre el amor puro y el incontenible deseo sexual. El concepto de erotismo, proviene entonces de una unión mágica entre la esencia de un sentimiento y la ferocidad irracional e instintiva del deseo sexual.
Si tratáramos de disociar, podríamos decir que se divide – el erotismo – en pornografía y picardía. La sociedad sin embargo, ha categorizado la pornografía como algo sucio, banal y vulgar.
La picardía tiene un toque más elegante, más misterioso, menos anodino. En la mayoría de los casos, la picardía es mucho más excitante y seductora que la pornografía, debido a que involucra la autenticidad de los sentidos, y el encanto de la imaginación. En resumidas cuentas podemos decir que la picardía es la SEDUCCIÓN DE LOS SENTIDOS.
Con base a la definición del erotismo pícaro como “la seducción de los sentidos”, empezamos a buscar los factores que se implementarán en nuestras imágenes.
Lo primero que necesitamos es relatar una historia. Sea cual sea la historia que queramos contar, debe despertar la curiosidad y las emociones basadas en experiencias, deseos y fantasías. La historia debe ser real, activando cada uno de tus sentidos. La noche loca, las horas de relajación perfecta después de llegar del trabajo, un amanecer sin apuros, una taza de café frente a tu ventana favorita, etc.
Una vez tengas tu historia, debes controlar la iluminación. Que es la iluminación? Es la fuerza invisible que va a determinar lo que muestras, pero más importante, es la causa única de la sombra, determinante de lo que no muestras, dejando con ganas al espectador. Y sí, eso es, dejar con ganas al espectador es tu objetivo principal. La iluminación o la falta de ella, abrazará tu sujeto dibujando siluetas, formas y contornos despertando deseos y fantasías que juegan armónicamente dentro de tu historia. Tocar o no tocar; sentimiento trasmitido por las áreas cubiertas de luz o cubiertas de sombras. Imagínate un mundo donde hay más información en la oscuridad que en la luminosidad. El misterio de la sensualidad es una herramienta muy poderosa.
El otro ingrediente es nuestro sujeto, el cual debe vivir la historia para poder sentirla, escucharla, saborearla, verla y olerla. Pon mucha atención a la música que está sonando en tu historia o los sonidos que se filtran por la ventana ya que tu sujeto debe sentirlos para que los puedas capturar. A veces, menos es más, simplifica tu imagen para que la armonía entre la historia, la iluminación y tu sujeto sea perfecta y lleves la atención del espectador a lo que en realidad importa. Tu sujeto debe tener el control y así se dejara llevar por el entorno para que su imagen sea real y no artificial.
Recorramos las zonas erógenas para encender la llama autentica de los sentidos y la magia de la imaginación. El cabello, la boca, el cuello, la espalda, la cadera, la entrepierna, los pies y el pecho están entre las partes más sugestivas para capturar y crear sentimientos.
Úsalas correctamente y entenderás porque la picardía sobrepasa las sensaciones imaginadas sin tener la necesidad de mostrar mucho.
Debes saber que la experiencia tendrá un impacto en la vida de tu sujeto, positivo o negativo, ya depende de ti.
Sigamos creando sentimientos..
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