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TENDENCIAS POR: Columnista Invitado

Existencialismo sexual

FOTO: Internet

Por: Venus |venusyafrodita2015@gmail.com

Copio lentamente y sin mucha prisa, copio sin parar.

Delicioso, rico, delirante, excitante, sabroso, sexo, sexy ya no encuentro palabras para referirme al erotismo, perdí el chip entre la creatividad que me embargaba y el poco aporte que la academia dio para mi ejercicio particular; se extravían mis ganas de hacer saber al mundo que la sexualidad es un universo lleno de posibilidades.

¿Podríamos llamar a esto existencialismo sexual? Sin duda de algo estoy padeciendo, el año pasado estaba llena de ideas, al poco me di cuenta de lo mucho que se replican los artículos sobre sexualidad. Como es de fácil copiar los sentimientos eróticos de alguien más, apropiarlos, maquillarlo un poco y simplemente decir “esto es mío”, “ahhh, si tal vez estoy citando a alguien pero la construcción es mía”. No me hallo en este nuevo esquema, no encuentro sosiego, en lo relacionado con la sexualidad queremos parecernos a otros, queremos sentir como otros, nos engañamos pensando “eso bien lo puede haber dicho o hecho yo”, queremos copiar incesantemente la pornografía, queremos parecernos a los sex-symbols, maquillamos nuestros deseos y actuamos como si se tratase de objeto de estudio en un laboratorio.

¿Recuerdan la película el experimento?, si no la han visto se las recomiendo. La cito porque en esto del erotismo estamos actuando de acuerdo al papel que nos instruye la sociedad: “debes ser sexy” “no puedes tener barriga” “no te enamores”... se nos olvidó que es un juego, olvidamos quienes somos en esencia y proponer nuestro propio juego dejar de ser los policías malos.

Estoy cansada de ver tantas mujeres y hombres insatisfechos pese a que las puertas del placer se abrieron hace tanto. Se siguen quedando con las migajas, se conforman, se encarcelan mutuamente y pierden la oportunidad de repensarse, de innovarse desde sus propios parámetros. El juicio, las apariencias y el deber ser nos está matando de a pocos, estamos entregando demasiado.

Siguen existiendo esos fenómenos de decir mentiras, de engañar para no perder una aparente estabilidad emocional cuando el cuerpo a gritos está clamando por un nuevo estado, seguimos condenando nuestra vida, sin darnos un nuevo comienzo, dándonos garrote por ceder a nuestros impulsos momentáneamente. Por haber permitido ser humanos en el terreno del sexo de dónde venimos. ¡Qué forma tan ridícula de vivir bajo esquemas prestados!

Escribo esto como siempre buscando dentro de ustedes a su propio dios interior, no me gusta mostrar mi verdad como la absoluta, me gusta cuestionarme y de paso a quienes me leen. ¿Están dispuestos a buscarse?, a arriesgarse? en pos de esta revelación confieso que necesitaba desahogarme, así que estoy dispuesta asumir mi propia autonomía como escritora con este artículo existencialista y luego soltarme para volver a mi esencia descarada, amante y soñadora.

REVISTA EROTIK


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